La cuenta atrás ha comenzado. La temporada ha dado el pistoletazo de salida, y puede que sea una de las más interesantes de los últimos años, pues en todas las ligas de Europa hay elementos de interés: el duelo Barça-Madrid en España será el más duro e igualado en mucho tiempo; en Francia, una vez finalizada la tiranía del OL, vamos a asistir a un duelo impresionante entre Marsella y Burdeos, sin olvidar que el Lyon se ha reforzado para recuperar su cetro; en Alemania, vuelve a la carga el Bayern tras un año horrible; en Inglaterra, hemos pasado del "fab four" al "fab five" con la irrupción del Manchester City... Por si todo esto fuera poco, este año toca Copa del Mundo, sin duda apasionante también, con un selecto ramillete de candidatos al título entre los que, este año sí, se encuentra la Roja. Aprovechando el parón liguero de esta jornada, vamos a comenzar a desgranar poco a poco a los supuestos aspirantes.
El 21 de Noviembre de 2007 es sin duda la efemérides más negra de la historia reciente de la Selección inglesa de fútbol. Ese día todas sus opciones de participar en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008 se desvanecían merced a la derrota sufrida ante una brillante Croacia por 2-3. A la traumática experiencia de quedarse fuera de una gran cita continental, más grave aún para una selección histórica como la inglesa, se le sumó un bochorno y una sensación de inoperancia como hacía años que no se recordaban en un combinado tan potente, con el agravante de ser eliminados como locales en Wembley, uno de los estadios míticos del planeta fútbol. La afrenta fue escandalosa. Y en uno de los países del mundo donde el equipo nacional tiene más presión, tanto por ser los inventores de este bendito juego, como por sus despiadados medios de comunicación, este caldo de cultivo desencadenó una auténtica revolución: despido fulminante de Steve McLaren y nombramiento de Fabio Capello. Naturalmente, surgieron dudas: su carácter férreo, juego rácano y, ante todo, el desembarco de su guardia pretoriana en el cuerpo técnico de la Selección, con la consiguiente desaparición de preparadores británicos en el Staff. ¿Demasiado para la arrogancia inglesa?
La mayoría de la gente recurre al mismo término a la hora de definir a Fabio Capello: resultadismo. Este aspecto no admite dudas, como tampoco las admite el hecho de que, a consecuencia de esto, es uno de los mejores entrenadores del mundo. Es superlativa la capacidad del italiano de optimizar al máximo los recursos de que dispone, de extraer hasta la última gota de rendimiento de sus plantillas. Ha ganado títulos en todos los equipos a los que ha dirigido. Su estilo podrá gustar más o menos, pero nadie puede dudar de su capacidad para gestionar grupos humanos y llevarlos hasta el triunfo, que al fín y a la postre es lo que diferencia a los grandes entrenadores del resto. De todo esto se han dado cuenta ya en Inglaterra, y nadie duda de que poner al italiano al frente fue todo un acierto. Inglaterra es líder del grupo 6 de la zona Europea de clasificación para el Mundial 2010, está virtualmente clasificado y con toda seguridad será uno de los más firmes candidatos al título. ¿Es desorbitada esta afirmación? ¿Están preparados seleccionador y jugadores para semejante reto?
El punto de partida, la portería, es también el punto más débil de Inglaterra. La no participación en la Euro 2008 fue achacada en gran parte al nulo rendimiento de todos los guardametas que pasaron por allí durante la fase de clasificación. Ni David James, ni Paul Robinson, ni Chris Kirkland ni Scott Carson(duramente criticado por su actuación en el fatídico partido ante Croacia) aportaron seguridad al arco inglés, y lo cierto es que desde entonces no ha surgido ningún portero que suponga una clara mejora respecto a ellos. Un amigo con el que suelo hablar de fútbol sostiene que "Capello va a hacer campeona del mundo a Inglaterra y, lo que es más, sin portero"... Está por ver. Pero lo único seguro es que desde David Seaman Inglaterra no ha producido ningún gran guardameta, y me temo que ni Ben Foster ni Robert Green van a cambiar esa tendencia. De aquí hacia adelante, la Selección inglesa es muy potente en todas sus líneas. La defensa es un auténtico seguro de vida: la pareja Terry-Ferdinand aporta una gran solidez atrás, jerarquía e incluso llegada a balón parado. En las alas, Ashley Cole lleva muchos años a un gran nivel, aunque últimamente parece estancado; su compañero en la derecha, Glen Johnson, ha comenzado muy bien la temporada. En el banquillo, nombres como Wayne Bridge, Joleon Lescott(sobresaliente central) o Wes Brown, todos ellos de primer nivel, aseguran y apuntalan el equipo.
El centro del campo inglés merece una mención especial. Y es que, en mi opinión, sólo la Selección española lo supera. Aúna talento y sacrificio en grandes dosis. En el 4-4-2 clásico que utiliza Capello son fijos Gareth Barry, Steven Gerrard y Frank Lampard en el centro del campo. El primero es a mi entender uno de los mejores mediocentros de Europa en la actualidad. Con su privilegiada zurda es capaz de dar equilibrio y manejar los tiempos de una manera exquisita. Por buscarle un símil, está en la línea de jugones como Xavi. Junto a él, haciendo de escudero, Steven Gerrard. Qué decir de Stevie que no se haya dicho ya. El del Liverpool responde a un perfil de "todocampista", que lo mismo apoya a la defensa en el repliegue como se suma al ataque desde segunda línea; no es exactamente ni mediocentro, ni interior ni enganche, pero cumple con nota en cualquier demarcación. Su sociedad con Barry es muy provechosa para el equipo, pues el mediocentro del City puede dedicarse a generar juego, liberado de tareas defensivas, mientras que el del Liverpool, como demuestra cada partido en su equipo, rinde más con un compañero al lado a quien proteger. Por delante de ellos, llevando el peso del juego de ataque del mediocampo, está Frankie Lampard, uno de los mejores jugadores ingleses de la última década sin ninguna duda, aunque a veces da la impresión de que no ha llegado a tener el reconocimiento que merece, siempre un poco a la sombra de Gerrard. Si no está, tanto el Chelsea como Inglaterra lo notan, pues pierden ese plus en ataque que sólo te da un auténtico crack, porque Frankie es eso, un crack que quizá si hubiese jugado en un equipo menos odiado que el Chelsea... El cuarto puesto de la línea ya admite variantes. Debería ser para David Beckham, pues a pesar de su edad su rendimiento con la elástica nacional es siempre notable y sus centros y faltas directas dotan a Inglaterra de un arma ofensiva adicional, aunque Capello ha reiterado que debe regresar a una liga competitiva si quiere contar en la Selección. Por si acaso, en el banquillo hay recambios de garantías como Michael Carrick, James Milner, Aaron Lennon, Theo Walcott o Ashley Young; con estos tres últimos, se completan las bandas probablemente más incisivas de toda Europa. En la delantera también hay donde elegir. En teoría los dos puestos son para Wayne Rooney y Peter Crouch, con el primero actuando de segundo punta y bajando a línea de tres cuartos para recibir e incluso participar en la elaboración del juego de ataque, tal y como hace en el Manchester United, dejando al segundo como referencia en punta para aprovechar su gran envergadura, tanto para rematar como para habilitar segundas jugadas. También cuenta, y mucho, Jermaine Defoe, en un gran momento de forma, tal es así que no es de extrañar ver de inicio en muchos partidos la pareja Rooney-Defoe. Dos puntas experimentados como Carlton Cole y Emile Heskey completan la terna atacante, sin olvidar la gran incógnita de Michael Owen, del cual todo parece indicar que si su actuación en Manchester es destacada, finalmente estará.
Con todo esto más las posibles incorporaciones de última hora(atención a nombres como Gabriel Agbonlahor o David Bentley) no hay duda de que la Selección inglesa es una de las más potentes de los últimos años. Es posible que su gran rival esté en su propia casa, pues va a estar sometida una vez más a una presión enorme, pero en la combinación de su gran talento con la competitividad y el carácter ganador que imprime su seleccionador sí es posible que se encuentre la solución para salir campeona el próximo 11 de Julio en Johannesburgo. De momento hoy, ironías del destino, vuelve a enfrentarse con Croacia, aunque la situación ha cambiado radicalmente: la revolución ha culminado con éxito y se ha elevado el listón. Sólo el tiempo dirá si Inglaterra confirma las buenas sensaciones que ha suscitado desde Noviembre hasta hoy, si es verdad que puede salir campeona del mundo.
Un lugar donde charlar de fútbol en general(y del Real Zaragoza en particular). Sed bienvenidos.
viernes, 4 de septiembre de 2009
jueves, 3 de septiembre de 2009
Obradovic, naino naino na
Con esta simpática cancioncilla(añadir mentalmente el ritmo de la canción "All my Loving", de Los Manolos) recibió el ingreso de Ivan Obradovic en el terreno de juego una parte del público de La Romareda, cuando ya el encuentro ante el Tenerife daba sus últimos coletazos. La mayor parte de los que nos encontrábamos en la zona donde nacieron los primeros cánticos no pudimos evitar sonreír. La afición suele recibir con grandes muestras de apoyo y cariño a los nuevos, en este caso lo chistoso del chascarrillo reflejaba además el absoluto desconocimiento del jugador que saltaba al campo. Sin embargo, si nos atenemos a lo que sus valedores dicen de él, puede que nos encontremos ante el jugador con más proyección que ficha el Real Zaragoza en mucho tiempo.
Ivan Obradovic nació hace 21 años en Obrenovac, una pequeña localidad cerca de la capital, Belgrado. Estuvo por lo tanto siempre en el área de influencia de los grandes equipos de la ciudad, el Partizán y el Estrella Roja, y en menor medida del FK Beograd, incorporándose finalmente a las categorías inferiores del primero. Allí fue quemando etapas a velocidad de vértigo, hasta que en la temporada 2006-2007 le llegó la oportunidad de debutar en el primer equipo de la mano de Miroslav Djukic. Fue en un encuentro de la Meridijan Superliga ante la Vojvodina; aquello le serviría de rampa de lanzamiento para ir entrando en la plantilla poco a poco, de tal forma que a la siguiente temporada ya era miembro de pleno derecho del primer equipo. Esta progresión le llevó, en Septiembre de 2008, a la Selección absoluta, cuando todavía tenía edad para ser convocado con la Sub-19. Radomir Antic apostó por él y Obradovic respondió: sólo dos meses después marcó su primer gol con el combinado nacional en la victoria por 1-3 en el Ernst Happel ante Austria, siendo además uno de los jugadores más destacados del partido. Así irrumpió en el panorama futbolístico internacional.
La temporada pasada sirvió para confirmar que sigue al alza y que, hoy por hoy, no tiene techo. Se consolidó como uno de los pilares en el once del Partizán y en la Selección, y los grandes equipos europeos comenzaron a llamar a su puerta. Históricos de Europa como el Werder Bremen, Atlético, Bayern, Juventus o Ajax preguntaron por su situación. Y la afición del Partizán comenzó a prepararse para el éxodo de otra de sus estrellas. Porque merece la pena aclarar este punto: hemos adquirido una estrella en potencia. Aquí no ha tenido mucha repercusión el fichaje, pero para la liga serbia ha sido una gran pérdida, al nivel de las salidas de Zoran Tosic, Stevan Jovetic o Miralem Sulejmani, entre otros; a lo que hay que añadir el hecho de que sea titular en una de las selecciones serbias más potentes de los últimos tiempos, compartiendo cartel con los anteriormente citados y con jugadores de la talla de Nemanja Vidic, Dejan Stankovic, Nikola Zigic o Marko Pantelic. Sólo así se entiende que el Partizán pusiese como condición innegociable para su traspaso que se le permitiese participar en la última ronda de clasificación para la Europa League, a petición expresa de su entrenador, Slavisa Jokanovic: necesitaba para asegurar la clasificación de su equipo a uno de sus puntales de las últimas temporadas. Desde ese punto de vista, al menos, es claramente comprensible.
Ahora llega a nuestra liga con la obligación de confirmar todas estas buenas sensaciones. Personalmente creo que llega a un campeonato idóneo para que pueda triunfar, con gran repercusión y donde gusta, y mucho, la figura del 3 incisivo, que se incorpora al ataque para servir centros o trazar diagonales mortíferas hacia la portería contraria. Es el jugador a seguir en el Real Zaragoza.
Ivan Obradovic nació hace 21 años en Obrenovac, una pequeña localidad cerca de la capital, Belgrado. Estuvo por lo tanto siempre en el área de influencia de los grandes equipos de la ciudad, el Partizán y el Estrella Roja, y en menor medida del FK Beograd, incorporándose finalmente a las categorías inferiores del primero. Allí fue quemando etapas a velocidad de vértigo, hasta que en la temporada 2006-2007 le llegó la oportunidad de debutar en el primer equipo de la mano de Miroslav Djukic. Fue en un encuentro de la Meridijan Superliga ante la Vojvodina; aquello le serviría de rampa de lanzamiento para ir entrando en la plantilla poco a poco, de tal forma que a la siguiente temporada ya era miembro de pleno derecho del primer equipo. Esta progresión le llevó, en Septiembre de 2008, a la Selección absoluta, cuando todavía tenía edad para ser convocado con la Sub-19. Radomir Antic apostó por él y Obradovic respondió: sólo dos meses después marcó su primer gol con el combinado nacional en la victoria por 1-3 en el Ernst Happel ante Austria, siendo además uno de los jugadores más destacados del partido. Así irrumpió en el panorama futbolístico internacional.
La temporada pasada sirvió para confirmar que sigue al alza y que, hoy por hoy, no tiene techo. Se consolidó como uno de los pilares en el once del Partizán y en la Selección, y los grandes equipos europeos comenzaron a llamar a su puerta. Históricos de Europa como el Werder Bremen, Atlético, Bayern, Juventus o Ajax preguntaron por su situación. Y la afición del Partizán comenzó a prepararse para el éxodo de otra de sus estrellas. Porque merece la pena aclarar este punto: hemos adquirido una estrella en potencia. Aquí no ha tenido mucha repercusión el fichaje, pero para la liga serbia ha sido una gran pérdida, al nivel de las salidas de Zoran Tosic, Stevan Jovetic o Miralem Sulejmani, entre otros; a lo que hay que añadir el hecho de que sea titular en una de las selecciones serbias más potentes de los últimos tiempos, compartiendo cartel con los anteriormente citados y con jugadores de la talla de Nemanja Vidic, Dejan Stankovic, Nikola Zigic o Marko Pantelic. Sólo así se entiende que el Partizán pusiese como condición innegociable para su traspaso que se le permitiese participar en la última ronda de clasificación para la Europa League, a petición expresa de su entrenador, Slavisa Jokanovic: necesitaba para asegurar la clasificación de su equipo a uno de sus puntales de las últimas temporadas. Desde ese punto de vista, al menos, es claramente comprensible.
Ahora llega a nuestra liga con la obligación de confirmar todas estas buenas sensaciones. Personalmente creo que llega a un campeonato idóneo para que pueda triunfar, con gran repercusión y donde gusta, y mucho, la figura del 3 incisivo, que se incorpora al ataque para servir centros o trazar diagonales mortíferas hacia la portería contraria. Es el jugador a seguir en el Real Zaragoza.
martes, 1 de septiembre de 2009
De la ilusión al desconcierto
¿Nunca os ha sucedido que, llegado el estreno de una película, una legión de amigos/familiares/conocidos os han bombardeado con frases como "tienes que ir a verla", "no te la pierdas", "pues eres de los pocos que aún no la ha visto"...? Seguro que sí. Como seguro es que también sabéis lo que todo esto suele conllevar: una enorme decepción. Algo parecido, me temo, nos sucedió a miles de zaragocistas que hasta las 12 de la noche nos mantuvimos en vilo; confiando, pero con una sensación de mala espina que finalmente se llevó el gato al agua.
Todos permanecimos atentos a la televisión, a la radio. Los blogs bullían. El botón "Actualizar" del navegador echaba humo, pero nada cambiaba. Al final, nuestros peores temores se confirmaron. No hemos logrado ninguno de esos mimbres tan necesarios para sobrevivir este año. Esperemos que no haya que lamentarlo, pero mientras tanto, creo que hay varios aspectos a analizar.
Los refuerzos en defensa y ataque eran, a mi entender, fundamentales. En el fútbol existe una ley no escrita que dice que para llegar a buen puerto hay que tener un buen portero y un buen delantero, y sobre esta base se edifica todo lo demás. En la portería parece que el debate se ha acabado, pero la línea de ataque es otro cantar. Corta de efectivos, sin un 9 que pueda rematar los centros de Pennant y con el agravante de la sanción de Ewerthon ahora y la marcha de Uche dentro de unos meses para disputar la Copa de África. Además, Arizmendi lucha lo indecible, pero hoy por hoy le va justo para ser el punta de referencia de un equipo de Primera División. Y todo esto sin olvidar que, tras todo el verano como transferible por decreto, el rendimiento y la motivación de la Flecha son una incógnita...
Por delante del portero el problema es ya alarmante. Con Diogo y Goni lesionados y Pavón y Paredes condenados al ostracismo, nos queda confiar en que Ayala y Pablo Amo estén inspirados y, si puede ser, que no se lesionen(aunque viendo el historial de ambos la situación no invita al optimismo); ante esta situación Laguardia debe ganar peso específico en la plantilla y en el once titular, dada su polivalencia, pero hacerle cargar con semejante responsabilidad a su edad, ¿no será excesivo?
Aunque parece que ha pasado a un segundo plano, tampoco nos hubiera venido mal un organizador en el centro del campo, como ya comenté en la anterior entrada. Veo al equipo supeditado exclusivamente al contraataque, a la velocidad y capacidad de sorprender de los puntas, o lo que es lo mismo: tremendamente previsible. Ahora mismo este equipo sólo puede jugar a eso, con lo que los rivales tienen la tremenda ventaja de poder preparar el choque sabiendo que es muy difícil que el oponente te salga por la tangente. Demasiadas concesiones...
Mención aparte merece el "caso Lafita". Se marchó como un elemento que poco o nada aportaba al conjunto, no muy popular entre los aficionados para más inri, y vuelve como una de las sorpresas más gratas de la pasada temporada, más que nada por lo inesperado de su rendimiento. Hasta aquí podrían parecer buenas noticias. Pero ni el poco correcto trato del Zaragoza hacia el ex-deportivista ni la nula conexión jugador-afición hacen pensar que, si finalmente se queda, pueda soltarse y mostrar su mejor nivel, al menos por el momento. Y el conflicto con el Deportivo traerá cola.
Ayer fue, en definitiva, una jornada de retroceso con respecto al gran avance que supusieron los tres puntos del sábado. Sigo pensando que esta plantilla puede afrontar el reto de la permanencia, pero la directiva no ha hecho sus deberes y esto se traducirá en un final de liga menos cómodo de lo que cabía esperar. El tercer fin de semana de Septiembre La Romareda hablará, y a más de uno le pitarán los oídos durante días. Pero ojo: acto seguido sólo deben oírse los aplausos, el ánimo y el aliento de la afición a los jugadores. Debemos aferrarnos a ellos, la peor parte del camino comienza ahora, y debemos recorrerla juntos.
Todos permanecimos atentos a la televisión, a la radio. Los blogs bullían. El botón "Actualizar" del navegador echaba humo, pero nada cambiaba. Al final, nuestros peores temores se confirmaron. No hemos logrado ninguno de esos mimbres tan necesarios para sobrevivir este año. Esperemos que no haya que lamentarlo, pero mientras tanto, creo que hay varios aspectos a analizar.
Los refuerzos en defensa y ataque eran, a mi entender, fundamentales. En el fútbol existe una ley no escrita que dice que para llegar a buen puerto hay que tener un buen portero y un buen delantero, y sobre esta base se edifica todo lo demás. En la portería parece que el debate se ha acabado, pero la línea de ataque es otro cantar. Corta de efectivos, sin un 9 que pueda rematar los centros de Pennant y con el agravante de la sanción de Ewerthon ahora y la marcha de Uche dentro de unos meses para disputar la Copa de África. Además, Arizmendi lucha lo indecible, pero hoy por hoy le va justo para ser el punta de referencia de un equipo de Primera División. Y todo esto sin olvidar que, tras todo el verano como transferible por decreto, el rendimiento y la motivación de la Flecha son una incógnita...
Por delante del portero el problema es ya alarmante. Con Diogo y Goni lesionados y Pavón y Paredes condenados al ostracismo, nos queda confiar en que Ayala y Pablo Amo estén inspirados y, si puede ser, que no se lesionen(aunque viendo el historial de ambos la situación no invita al optimismo); ante esta situación Laguardia debe ganar peso específico en la plantilla y en el once titular, dada su polivalencia, pero hacerle cargar con semejante responsabilidad a su edad, ¿no será excesivo?
Aunque parece que ha pasado a un segundo plano, tampoco nos hubiera venido mal un organizador en el centro del campo, como ya comenté en la anterior entrada. Veo al equipo supeditado exclusivamente al contraataque, a la velocidad y capacidad de sorprender de los puntas, o lo que es lo mismo: tremendamente previsible. Ahora mismo este equipo sólo puede jugar a eso, con lo que los rivales tienen la tremenda ventaja de poder preparar el choque sabiendo que es muy difícil que el oponente te salga por la tangente. Demasiadas concesiones...
Mención aparte merece el "caso Lafita". Se marchó como un elemento que poco o nada aportaba al conjunto, no muy popular entre los aficionados para más inri, y vuelve como una de las sorpresas más gratas de la pasada temporada, más que nada por lo inesperado de su rendimiento. Hasta aquí podrían parecer buenas noticias. Pero ni el poco correcto trato del Zaragoza hacia el ex-deportivista ni la nula conexión jugador-afición hacen pensar que, si finalmente se queda, pueda soltarse y mostrar su mejor nivel, al menos por el momento. Y el conflicto con el Deportivo traerá cola.
Ayer fue, en definitiva, una jornada de retroceso con respecto al gran avance que supusieron los tres puntos del sábado. Sigo pensando que esta plantilla puede afrontar el reto de la permanencia, pero la directiva no ha hecho sus deberes y esto se traducirá en un final de liga menos cómodo de lo que cabía esperar. El tercer fin de semana de Septiembre La Romareda hablará, y a más de uno le pitarán los oídos durante días. Pero ojo: acto seguido sólo deben oírse los aplausos, el ánimo y el aliento de la afición a los jugadores. Debemos aferrarnos a ellos, la peor parte del camino comienza ahora, y debemos recorrerla juntos.
Crónica de un regreso a Primera
Sábado. 21:00 horas. Harto de esperar, inicio mi andadura hacia La Romareda con la esperanza de que, al empaparme del ambiente en los aledaños del estadio, en sus bares y en las caras de la gente-mitad ilusión, mitad incertidumbre-lograré acallar ese run-run que tengo en el estómago desde hace ya unos días. Volvemos a Primera, sí, pero ¿estamos preparados? ¿Nos llega con lo que tenemos? ¿Cómo recibirá el aficionado al equipo y a la directiva después de un verano tan movidito?
Por fín, vuelvo a ocupar mi asiento; es el mismo que la temporada pasada, sí, pero es que ahora desde ahí alcanzo a divisar la que posiblemente sea la mejor liga del mundo. El balón echa a rodar. El 11 es obvio; es lo mejor que podemos sacar ahora mismo. Veo a un Zaragoza un poco plano, pero démosle tiempo. Primeros minutos de tanteo. Una vez más, vuelven a quedar a las claras las credenciales de Marcelino: orden(dentro de lo posible) en el aspecto defensivo, líneas juntas y a explotar la velocidad de los puntas a la contra. Bien, no vamos a descubrir al técnico asturiano ahora. El balón no pasa por el centro del campo, hay muchos desplazamientos en largo de los centrales. Continúa el gusto por el fútbol directo, la duda es: ¿nos vale un juego tan poco elaborado en Primera? Sigo pensando que no estaría mal traer un centrocampista organizador, más que nada, por la posibilidad que te da de manejar varias alternativas. De momento, confiemos en el contragolpe.
Reconozco que hacía mucho tiempo que la línea de tres cuartos del Zaragoza no llamaba tanto mi atención. Aunque ya conocido, no deja de sorprenderme Jorge López. El riojano parece tocado por algún tipo de musa siempre que recibe el balón. Cierto es que hay que exigirle una mayor regularidad a lo largo de los 90 minutos, pero la elegancia de su fútbol y la clarividencia con la que ve un hueco que parece invisible para los demás hace que siga siendo uno de los puntales básicos en ataque de este equipo. Y luego está Jermaine. Jermaine, ¡qué grande! A mí particularmente me parece una barbaridad de jugador. No va a estar jamás entre los candidatos a ganar el balón de oro, eso es obvio, pero las lecciones que impartió ayer de profundidad, desborde y centros al área hacía tiempo que no se veían por aquí. Si se mantiene centrado, estoy convencido de que será uno de los mejores interiores de la Liga. Al tiempo.
Desde que finalizó el partido, empecé a oir una cantinela con la que no estoy para nada de acuerdo: la inoperancia de Uche. Para mí, la labor de desgaste al rival que realiza es enorme, hasta el punto de que yo, particularmente, lo considero básico en la victoria de ayer. Siempre ofreciéndose, bajando a recibir el balón, arrastrando centrales, atosigándolos, abriendo huecos muy jugosos para que los que vengan desde atrás puedan meter algún balón mortífero entre líneas. Como por ejemplo, Ander. La mejor noticia para nosotros es que continúa en línea ascendente. Confío mucho en la capacidad de gestión del talento de Marcelino para con él: de momento, nos lo sirve en pequeñas dosis, pero estos minutos serán muy beneficiosos para que madure, y cuando a su natural talento como mediapunta y su desparpajo le añada oficio y experiencia, estaremos ante un jugador imparable.
Del resto de los nuevos, decir que es un alivio que la incógnita acerca del rendimiento de Pablo Amo se resolviera satisfactoriamente. Serio, sobrio, siempre bien colocado, en ningún momento se complicó la vida. Tal y como debe actuar un central. Buena actuación de Víctor Laguardia, aunque tengo ganas de verlo en el centro de la zaga. Un poco más arriba, Abel Aguilar puso la garra, la competitividad y siempre fue un muro para el rival. Sabido por todos es el gusto que tiene Marcelino por jugadores de este corte, pero lo veo demasiado parecido a Ponzio. Babic y Obradovic no tuvieron tiempo para mucho, en el caso del primero creo que será algo habitual en él. Nos queda pendiente ver al jóven serbio, tan poco conocido aquí, pero del que se espera que sea una referencia europea en su posición a medio plazo, o eso dicen los que realmente conocen su fútbol.
Las primeras impresiones de la temporada no fueron del todo malas. En momentos puntuales me dió la sensación de que nos faltaba algo, pero creo que tenemos márgen de maniobra. La base de este grupo es sólida, parece ser que antes de que se cierre el mercado de fichajes habrá movimientos, así que nos queda confiar en que Marcelino sea capaz de crear un bloque lo suficientemente competitivo como para no pasar demasiados apuros este año, aunque no va a ser fácil. Ahora, a pensar en el próximo partido y a saborear los tres puntos.
Por fín, vuelvo a ocupar mi asiento; es el mismo que la temporada pasada, sí, pero es que ahora desde ahí alcanzo a divisar la que posiblemente sea la mejor liga del mundo. El balón echa a rodar. El 11 es obvio; es lo mejor que podemos sacar ahora mismo. Veo a un Zaragoza un poco plano, pero démosle tiempo. Primeros minutos de tanteo. Una vez más, vuelven a quedar a las claras las credenciales de Marcelino: orden(dentro de lo posible) en el aspecto defensivo, líneas juntas y a explotar la velocidad de los puntas a la contra. Bien, no vamos a descubrir al técnico asturiano ahora. El balón no pasa por el centro del campo, hay muchos desplazamientos en largo de los centrales. Continúa el gusto por el fútbol directo, la duda es: ¿nos vale un juego tan poco elaborado en Primera? Sigo pensando que no estaría mal traer un centrocampista organizador, más que nada, por la posibilidad que te da de manejar varias alternativas. De momento, confiemos en el contragolpe.
Reconozco que hacía mucho tiempo que la línea de tres cuartos del Zaragoza no llamaba tanto mi atención. Aunque ya conocido, no deja de sorprenderme Jorge López. El riojano parece tocado por algún tipo de musa siempre que recibe el balón. Cierto es que hay que exigirle una mayor regularidad a lo largo de los 90 minutos, pero la elegancia de su fútbol y la clarividencia con la que ve un hueco que parece invisible para los demás hace que siga siendo uno de los puntales básicos en ataque de este equipo. Y luego está Jermaine. Jermaine, ¡qué grande! A mí particularmente me parece una barbaridad de jugador. No va a estar jamás entre los candidatos a ganar el balón de oro, eso es obvio, pero las lecciones que impartió ayer de profundidad, desborde y centros al área hacía tiempo que no se veían por aquí. Si se mantiene centrado, estoy convencido de que será uno de los mejores interiores de la Liga. Al tiempo.
Desde que finalizó el partido, empecé a oir una cantinela con la que no estoy para nada de acuerdo: la inoperancia de Uche. Para mí, la labor de desgaste al rival que realiza es enorme, hasta el punto de que yo, particularmente, lo considero básico en la victoria de ayer. Siempre ofreciéndose, bajando a recibir el balón, arrastrando centrales, atosigándolos, abriendo huecos muy jugosos para que los que vengan desde atrás puedan meter algún balón mortífero entre líneas. Como por ejemplo, Ander. La mejor noticia para nosotros es que continúa en línea ascendente. Confío mucho en la capacidad de gestión del talento de Marcelino para con él: de momento, nos lo sirve en pequeñas dosis, pero estos minutos serán muy beneficiosos para que madure, y cuando a su natural talento como mediapunta y su desparpajo le añada oficio y experiencia, estaremos ante un jugador imparable.
Del resto de los nuevos, decir que es un alivio que la incógnita acerca del rendimiento de Pablo Amo se resolviera satisfactoriamente. Serio, sobrio, siempre bien colocado, en ningún momento se complicó la vida. Tal y como debe actuar un central. Buena actuación de Víctor Laguardia, aunque tengo ganas de verlo en el centro de la zaga. Un poco más arriba, Abel Aguilar puso la garra, la competitividad y siempre fue un muro para el rival. Sabido por todos es el gusto que tiene Marcelino por jugadores de este corte, pero lo veo demasiado parecido a Ponzio. Babic y Obradovic no tuvieron tiempo para mucho, en el caso del primero creo que será algo habitual en él. Nos queda pendiente ver al jóven serbio, tan poco conocido aquí, pero del que se espera que sea una referencia europea en su posición a medio plazo, o eso dicen los que realmente conocen su fútbol.
Las primeras impresiones de la temporada no fueron del todo malas. En momentos puntuales me dió la sensación de que nos faltaba algo, pero creo que tenemos márgen de maniobra. La base de este grupo es sólida, parece ser que antes de que se cierre el mercado de fichajes habrá movimientos, así que nos queda confiar en que Marcelino sea capaz de crear un bloque lo suficientemente competitivo como para no pasar demasiados apuros este año, aunque no va a ser fácil. Ahora, a pensar en el próximo partido y a saborear los tres puntos.
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